La cirugía de elevación mamaria, también conocida como mastopexia, es la intervención que permite elevar el pecho caído (o ptósico) aportándole firmeza, corrigiendo el diámetro y la posición de las areolas, y tratando a la vez posibles asimetrías.
Para aportar volumen al pecho caído se utiliza el propio tejido mamario, o bien se recurre a implantes en aquellos casos de pérdida de volumen en que los tejidos de la paciente no son suficientes.
Son candidatas a este tipo de intervención aquellas pacientes con descolgamiento producido por pérdidas acusadas de peso, situaciones puntuales como el embarazo o la lactancia, o bien de forma congénita.
La intervención de mastopexia suele realizarse con anestesia general y su duración habitual es de una a dos horas. En este procedimiento, como en todas las cirugías de mamas, es importante una buena comunicación previa del cirujano con el paciente, para asesorarle sobre los diversos factores que intervienen en la misma y asegurarse de que los resultados cumplen con sus expectativas.